VIAJES DE LEO...



El andariego...






Julio 17 de 2.021
Bueno a pesar de todo se ha podido también de vez en cuando salir a pasear, poco pero rico...






















1 Dios cómo te amo.





Dios cómo te amo
En la lluvia, en los días sombríos
En las tardes soleadas
En el viento y en las aves.

Dios cómo te amo
En la caricia de tus manos y
En la tierra que me sostiene;
En el fuego que me limpia
Y en el agua que me mantiene.

Dios cómo te amo
En la tierna mirada de un perrito
Y los coqueteos de un gatico;
En las musarañas de un amigo
Y en el abrazo
Desinteresado de un niño.

Dios cómo te amo
En mis noches más oscuras
Y en los días menos felices;
En la soledad que me circunda
En las alegres compañías
Y en los juegos de las perdices.

En las conversaciones fecundas
Y en los cotidianos días;
En el plato de comida que me
Brindas
Y en las zapatillas descoloridas.

Dios cómo te amo
En los cuidados que me brindas
Y en la protección de tus Ángeles;
En la felicidad cuando me cuidas
Y en el amor de mis Arcángeles.

En los momentos de oración
Y cuando peleo contigo
Porque a veces no entiendo cada acción
Que tienes para conmigo.

Dios cómo te amo
Porque te llevo en la sangre
En cada célula y en cada poro;
Porque estás en mí escondido
Como el más grande tesoro.

Dios cómo te amo
Porque donde dirijo la mirada
Estás allí, en lo claro y en lo oscuro
Porque eres luz que ilumina el camino
Y oscuridad para experimentar lo duro.
Dios cómo te amo
Pues me has permitido explorar
La flor de la vida; y en su aroma
He encontrado del néctar la ambrosía.
Y en sus tallos también mucha agonía.

Dios, te amo como unidad
Que se disemina como una semilla
En mí, en mi entorno
En cada metro, hectárea y en cada milla.

Dios, cierro los ojos para fundirme
Con tu espíritu y tu energía
Que está en mí, que me posee
Y a diario me llena de alegría.
¡Dios cuánto te amo!


Marzo 14 de 2.020
 Leochalu




VIAJES


Guavatá, Santander.


MÉXICO 





España





Francia 



Miami 
 Popayán
 Timbio-Cauca

 Laguna de la Cocha-Pasto

 Santuario de las Lajas-Ipiales
 Cementerio de Tulcán. Ecuador

 Medellín
Parque del Café-Quindio.














GUADALAJARA

SER LOCO ES ESTAR CUERDO...



¡El mundo ha conocido locos tan hermosos! De hecho, todos los

grandes hombres del mundo han sido un poco locos, locos ante

 los ojos de la masa. Su locura residía en que no eran 

desgraciados, no sufrían de ansiedad, no temían a la muerte, no

 se preocupaban por trivialidades. Vivían cada momento con

 totalidad e intensidad, y a causa de esta totalidad e intensidad, 

su vida se convirtió en una hermosa flor, estaban llenos de 

fragancia, amor, vida y risa. Pero esto hiere a los millones de 

personas que te rodean. No pueden aceptar la idea de que hayas

 conseguido algo que ellos no lograron; intentarán de todas las

 formas convertirte en un miserable. Su condena no es más que 

un esfuerzo por hacerte infeliz, por destruir tu danza, por 

arrebatarte tu alegría, para que así, puedas volver al rebaño.

Uno tiene que armarse de valor, y si la gente dice que estás loco,

 disfruta de la idea. Diles: "Tienes razón; en este mundo, sólo la 

gente loca puede ser feliz y alegre. Yo he elegido la locura con 

alegría, felicidad, y danza; vosotros habéis elegido la cordura 

con infelicidad, angustia e infierno. Nuestras elecciones son

 diferentes. Sed cuerdos y seguid siendo miserables; dejadme 

solo con mi locura. No os ofendáis; yo no me siento ofendido por

 todos vosotros; tanta gente cuerda en el mundo y yo no me 

siento ofendido".

Es cuestión de muy poco tiempo... Una vez que te hayan 

aceptado como loco, ya no te molestarán; entonces podrás salir 

a plena luz con tu auténtico ser, podrás abandonar todas tus

 falsedades.

Toda nuestra educación crea una división en nuestra mente. 

Tenemos que mostrar una cara ante la sociedad—ante la masa,

 ante el mundo—que no es necesariamente nuestra verdadera 

cara; de hecho, no debe serlo. Tienes que mostrar la cara que la 

gente aprecia, la que gusta a la gente, la que es aceptable para 

ellos, para sus ideologías y sus tradiciones; y debes guardar 

para ti mismo tu rostro original.

Esta división se vuelve insalvable porque la mayor parte del 

tiempo lo pasas entre una multitud, reuniéndote con gente, 

relacionándote con gente; raramente estás solo. Naturalmente, 

la máscara se vuelve cada vez más y más parte de ti, más aún 

que tu propia naturaleza.


Y la sociedad crea en todo el mundo un miedo, el miedo al 

rechazo, el miedo a que alguien se ría de ti, el miedo a perder tu 

respetabilidad, el miedo al qué dirán.

Te tienes que adaptar a toda clase de gente ciega e inconsciente,

 no puedes ser tú mismo. Esta es nuestra tradición básica en 

todo el mundo, hasta ahora a nadie se le permite ser él mismo.


En el momento en que el otro está ahí, te preocupas menos de 

ti; lo que más te interesa es la opinión que tendrán de ti. 

Cuando estás solo en tu baño, te vuelves casi un niño, a veces 

haces caras raras frente al espejo. Pero, si de pronto te das 

cuenta que un niño te está mirando por el ojo de la cerradura,

 inmediatamente cambias. Vuelves a ser el ordinario y viejo ser 

que eras: serio, circunspecto, como la gente espera que seas.


Y lo más sorprendente es que tú temes a esa gente y ellos te 

temen a ti: todo el mundo tiene miedo de todos los demás. Nadie

 se permite mostrar sus sentimientos, su realidad, su 

autenticidad y todo el mundo quisiera hacerlo, porque seguir 

reprimiendo su rostro original es un acto suicida.


Tu responsabilidad es únicamente hacia tu propio ser. No vayas

 en contra de él, porque ir en su contra es suicidarte, es 

destruirte a ti mismo. ¿Y cuál es la ganancia? Incluso si la gente 

te respeta y cree que eres un hombre muy sobrio, respetable y

 honorable, todo esto no va a nutrir tu ser; no te va a dar una

 mayor percepción de la vida y su tremenda belleza.


Estás solo en el mundo: has venido solo al mundo, estás solo 

aquí y solo dejarás este mundo. Todas tus opiniones quedarán

 atrás; únicamente te llevarás contigo tus sentimientos 

originales, tus experiencias auténticas, incluso más allá de la 

muerte.


Ni siquiera la muerte puede quitarte tu danza, tus lágrimas de 

alegría, la pureza de tu soledad, tu silencio, tu serenidad, tu 

éxtasis. Lo que la muerte no puede quitarte es el único y 

verdadero tesoro. Y lo que cualquiera te puede quitar no es 

ningún tesoro; simplemente estás siendo engañado.


Tu única inquietud debe ser ésta: cuida y protege aquellas 

cualidades que puedas llevar contigo cuando la muerte destruya

 tu cuerpo, tu mente, porque esas cualidades serán tus únicas 


compañeras. Son los únicos valores reales y únicamente la gente 

que los alcanza, vive; sólo ellos. Los demás solamente fingen 

vivir.

OSHO


DESIDERATA...



Desiderata (Poema)


 Max Ehrmann

Camina plácido entre el ruido y la prisa y recuerda

qué paz se puede encontrar en el silencio.

En cuanto sea posible y sin rendirte, 
mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de una manera serena y clara 
y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia. 

Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, 
ya que son un fastidio para el espíritu. 
Si te comparas con los demás, te volverás 
vano y amargado,
pues siempre habrá personas
más grandes y más pequeñas que tú. 

Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera
por humilde que sea,
ella es un verdadero tesoro 
en el fortuito cambiar de los tiempos. 

Sé cauto en tus negocios 
pues el mundo está lleno de engaños, 
mas no dejes que esto te vuelva ciego 
para la virtud que existe.
Hay muchas personas que se esfuerzan 
por alcanzar nobles ideales. 

La vida está llena de heroísmo. 
Sé sincero contigo mismo, 
en especial no finjas el afecto.
Y no seas cínico en el amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños, 
es perenne como la hierba. 

Acata dócilmente el consejo de los años 
abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu,
para que te proteja en las adversidades repentinas. 
Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. 
Sobre una sana disciplina, sé benigno contigo mismo. 

Tú eres una criatura del universo. 
No menos que las plantas y las estrellas, 
tienes derecho a existir. 
Y sea que te resulte claro o no, 
indudablemente el universo marcha como debiera. 

Por eso debes estar en paz con Dios 
cualquiera que sea tu idea de El. 
Y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz con tu alma 
en la bulliciosa confusión de la vida. 
Aún con toda su farsa, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso.
Sé cauto, ¡esfuérzate por ser feliz!

"Desiderata" fue escrito en 1927 por Max Ehrmann (1872-1945), abogado y filósofo de Harvard y publicado en 1948, después de su muerte, por su viuda, en el libro "Los poemas de Max Ehrmann.”